La pandemia del coronavirus y las decisiones que los diferentes países han tomado para proteger a la población y limitar el impacto de la enfermedad están obligando a los ciudadanos a quedarse en sus casas. Para las empresas, esto ha supuesto un reto: han tenido que reorganizar cómo trabajan. La tecnología se ha convertido en la solución a sus problemas y en la pasarela para seguir en activo gracias a las herramientas de teletrabajo. Según una estimación reciente de Gartner, el 88% de las compañías de todo el mundo ha pedido a sus trabajadores que se queden en casa y trabajen desde sus hogares. Ante esta situación, las empresas están descubriendo dos realidades complejas.
Por un lado, se están dando cuenta de que, a pesar de lo mucho que se ha hablado e insistido sobre los beneficios del cloud computing a lo largo de los últimos años, no estaban realmente preparadas para el teletrabajo. Solo un 7,9% de los trabajadores españoles había teletrabajado, aunque fuese ocasionalmente, en el último trimestre de 2019 y, como señalan ahora los expertos al hilo de la actualidad, las pymes no están nada preparadas para asumir estas prácticas, por mucho que estuviesen ya viendo al cloud como una prioridad.
Por otro lado, las organizaciones también están viéndose obligadas a hacer una suerte de examen de conciencia sobre qué es exactamente el teletrabajo y cuál es la mejor tecnología para teletrabajar. Al fin y al cabo, no se trata simplemente de mudar el espacio de trabajo a casa, sino de usar la tecnología para mantener la eficiencia y la productividad y de seguir cumpliendo las normativas de privacidad y los estándares de ciberseguridad.
Diferentes tecnologías para el teletrabajo
Las compañías pueden optar por diferentes estrategias a la hora de optar por el teletrabajo y resolver la situación en la que se encuentran sus empleados ahora mismo.
- Menos complejas pero menos eficientes
Las más fáciles son aquellas que funcionan como una especie de parche de última hora. Se trata de llevarse a todas partes el ordenador de trabajo o el estar copiando en todo momento la información necesaria para teletrabajar en un USB o disco duro. Es lo que hacen muchas pequeñas empresas, aunque en realidad existen ya en el mercado soluciones de teletrabajo para pymes que mejoran esta opción. Es la menos cómoda, menos eficiente y muy poco segura.
- Tecnología a medio camino
Entre estas soluciones tradicionales y el teletrabajo más avanzado, se posicionan algunas otras herramientas. Es lo que ocurre con el uso de VPNs, conexiones remotas que permiten acceder al ordenador de la oficina desde el de casa; y algunas herramientas de cloud computing masivas y poco personalizables, como sucede con las herramientas online a las que se accede as a service (G-suite, Office 365 etc.).
- Teletrabajo de última generación
Las herramientas anteriores son óptimas, pero las empresas pueden ser un poco más ambiciosas. La transformación digital de las empresas permite ir mucho más allá y una de las grandes ventajas del cloud computing es que posibilita directamente trabajar en la nube. El Digital Workspace va mucho más allá y hace que el trabajador tenga siempre consigo su oficina. Los beneficios son muchos. Se gana en flexibilidad y accesibilidad. El entorno de trabajo es seguro y garantiza la continuidad del negocio en todo tipo de crisis, incluida la del coronavirus. La productividad y eficiencia están aseguradas, dentro y fuera de la oficina, si se utiliza la tecnología adecuada.
Migrar la infraestructura informática a la nube y usar soluciones integrales de cloud computing, como adCloud Global, permite tener IaaS, servicio informático incluido, un workspace digital que da acceso a todo lo que el trabajador necesita en un entorno seguro, cómodo de usar y fácilmente accesible. El smartworking permite trabajar mejor y, sobre todo, asegura una continuidad en el negocio. A diferencia de otros sistemas, poco importa dónde esté físicamente el trabajador, siempre estará en el mismo entorno que en el que estaba cuando cerró su equipo a última hora de su anterior jornada laboral.
No uses un parche
Lo que ha sucedido estos días es una evidencia de que las empresas no solo deben dar el salto al teletrabajo, sino que deben hacerlo bien. La presión por seguir trabajando, especialmente cuando no se había preparado para una contingencia semejante, lleva no pocas veces a optar por cualquier herramienta “de paso” para solventar el problema cuánto antes. No debería ser así.
Para seguir siendo competitivos en estos tiempos tan complejos, hay que optar por aquellas opciones de teletrabajo que son seguras y eficientes. La ciberdelincuencia aumenta y no debemos olvidar que las normativas de protección de datos deben seguir cumpliéndose. Las empresas deben ser conscientes de que teletrabajar en entornos no seguros es un plato suculento para los ciberdelincuentes.
En momentos turbulentos como la crisis de coronavirus, el principal objetivo de las empresas es garantizar la continuidad del negocio. Las empresas deben ser conscientes de que este es, sí, el momento para el teletrabajo, pero también para hacerlo de un modo seguro. Si vas a dar el salto al cloud, hazlo con garantías, como ocurre con la nube privada de ANCO, adCloud.
En el último mes, las empresas españolas se han visto empujadas a buscar fórmulas que permitan teletrabajar a sus empleados. Con mayor o menor éxito, y pese a la urgencia, muchas han conseguido apañárselas; el teletrabajo ha sido la palanca que ha dado a conocer (y a probar) las ventajas del cloud computing. Es más que probable que el teletrabajo haya servido como palanca para la competitividad y digitalización de las empresas, si se implementa como parte de un proceso de transformación digital real.
¿Todavía tienes dudas sobre el teletrabajo y sobre cómo debe adoptar tu empresa la nube? Descubre todo el poder del cloud con ANCO. ¡Quiero empezar a teletrabajar!
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